martes, 19 de marzo de 2013

En el dia de San José

EL MUNDO CELEBRO LA ASUNCION DE FRANCISCO Y QUIMILI NO FUE LA EXCEPCION



En acción de gracias. Sacerdotes quimilenses y de localidades vecinas concelebraron la misa en la

Iglesia San Pedro y San Pablo ante numerosa concurrencia.


En la mañana de este dia martes 19, que para muchos comenzó muy temprano por la transmisión de la Asunción del Papa Francisco, una muy buena convocatoria pobló la Iglesia San Pedro y San Pablo para compartir el oficio religioso concelebrado por el anfitrión, padre Eugenio Milewicz, y sus pares Guillermo, Andrés, Alberto, José y Exequiel.
Delegaciones escolares, efectivos de la Policia, Bomberos y feligresía en general se arracimaron en las instalaciones del templo sito en el Barrio Jjuan XXIII y le pusieron un excelente marco a la celebración en Acción de Gracias por el advenimiento de una nueva era en la vida de la Iglesia Católica.
Pasadas las nueve horas de una mañana de excelente temperatura aunque nubosa, el clima de euforia imperante ¨orbe et urbi¨ tuvo su mejor expresión en el ámbito parroquial con el inicio del encuentro y la entonación de las vibrantes notas del Himno Nacional Argentino, a continuación el del Vaticano y luego la lectura comunitaria de la Oración por la Patria.
Cumplidos estos pasos coronados por sonoros aplausos dió comienzo el oficio religioso. La primera lectura estuvo a cargo de la Dra Liliana de Sarkis, los salmos por  Dra  Alejandra Rojas y la segunda lectura Myriam Nancy Ruiz de Carabajal, los cantos fueron dirigidos por el Hermano Cristian de la escuela San Francisco de Asis.
En la homilia tomó la palabra el padre Guillermo con su bonhomia habitual destacando aspectos puntuales y gestos del nuevo Pontífice resaltando en su alocución la importancia del verbo cuidar citado por Francisco como casi un sinónimo del ¨amar¨, exhortación que parangona ambos vocablos y sus intrínsicos significados en la vida de los cristianos.
Una jornada que será histórica por sus múltiples lecturas, todas ellas de expectativas halagueñas por la personalidad, humildad y sencillez del Santo Padre que despojó de todo boato a la ceremonia inaugural comenzando por su arribo en un ¨jeep¨, la entrega por parte del Cardenal Sodano del anillo papal confeccionado en plata dorada y no el oro que supo ser de rigor y su disposición a saludar a todo el mundo, dicho esto con propiedad y no en sentido figurado.
Todo este sinúmero de mensajes, gestuales y otros con todas las letras, se compadecen con la emoción que fué dueña y señora en los miles de personas que estuvieron presentes y en los millones que siguieron la ceremonia por televisión llevada a la enésima potencia en la madrugada cuando los fieles que poblaban la vigilia en Plaza de Mayo tuvieron la palabra de Francisco por teléfono en una comunicación que no estaba en los cálculos de nadie.
Todo esto tuvo su correlato en nuestra ciudad con el oficio concelebrado en la Iglesia San Pedro y San Pablo y con la emoción del ¨Viva el Papa¨ y el ¨Viva Francisco¨ subrayados por calidos aplausos de toda la concurrencia.














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