FALLECIO LINA, LA ESPOSA DE PEDRO
NORIEGA,
UNO DE LOS INTEGRANTES
Pesar. El desenlace, luego de una cruel
enfermedad se produjo en la víspera y sume en el dolor a una
agrupación que se formó hace más de 40 años.
En estas horas, uno de los integrantes
del conjunto folklórico Los Chilalos, está viviendo su hora más
dolorosa. El es Pedro Noriega, el más jóven de la agrupación que
naciera hace muchos años y que desde entonces ha sembrado de coplas
el paisaje agreste y entrañable de Weisburd.
Lina Ocaranza, nacida en la zona de
Stayle, nombre de reminiscencias angloparlantes vaya a saber porque
algún primigenio poblador, conformó con el hombre un hogar ejemplar
y su espíritu jovial y de buenas costumbres alumbró una familia que
hoy llora la cruel circunstancia del destino que se llevó la vida de
quién fuera faro y luz de una descendencia que se prolonga en la
maravillosa continuidad de los nietos.
Paisaje típico del Dpto Moreno, monte
y matorral, lejos por entonces de la fastuosa realidad que depara a
los productores la opulencia de la soja, su nacencia se refiere a la
humilde cuna de palo y casa con techo de tierra y madera pero que en
sus muchas carencias abundó de sentimientos que se hicieron carne en
su ser..
Cuando formó su hogar todo ese bagaje
se volvió ternura y arrullo de canciones que supo escuchar desde
siempre y volcar en gestos y palabras en la formación de una
descendencia que hoy la llora sin consuelo. Porque se marcha en la
flor de la edad. Cuando esa belleza del alma atizada por unas pocas
décadas tenía mucho más para dar.
Por eso este humilde homenaje en la
forma de unas palabras que nacen del corazón y que quieren volcar en
la página la solidaridad y el acompañamiento de quienes más que un
conjunto conformamos una familia. Un grupo que nunca, pero nunca tuvo
la más mínima discrepancia, siempre la broma mutua, la chanza, el
chiste, la veces que nos encontramos disfrutamos el momento como una
verdadera fiesta.
Hoy compartimos el dolor de un hermano.
La emoción es dueña y señora y solo le pedimos a Dios Nuestro
Señor, a nuestra madre María Santsima que la cobije con su manto, a
Jesús Misericordioso que le dé a nuestra querida Lina el descanso
eterno que se merece, por buena mujer, madre y compañera.
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