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QUE CUMPLAS MUY FELIZ TUS HERMOSOS 71 AÑOS.
CORDERO GOMEZ
De figura enhiesta como las guias de sus bigotes el hombre, el vecino, el amigo, se merece largamente este cálido homenaje que le brinda este medio en un dia más que especial.. Si nó copas de ¨fino bacarat¨ , vasos comunes o latas de durazno, en último caso, botellas plásticas cortadas al medio, en alto, para brindar por su felicidad y por muchos años más. Chin, chin.
Quiso la casualidad que en la mañana de hoy, al salir de un comercio donde dejo los diarios para su venta, me diera de manos a boca con ¨Cordero¨ Gómez y entre saludos y otras lindezas me confesara el insfrascripto que estába cunpliendo 71 años.
Aborigen de estas tierras, hombre de la cultura, docente, devenido político, pero más que nada amigo, es de esas personas que uno los ve de lejos siempre e intercambia el saludo cordial y que cuando lo tiene bien a mano da el pie exacto para el estrecharse afectuoso y el chascarrillo que siempre está a flor de labios, para la risa plena, en alas de pretéritos y hermosos recuerdos compartidos.
Compañero de estudios y compadre más aquí de mi hermano Pichón forma parte de aquella camada de jóvenes que iniciaron sus estudios en el legendario ¨Colegio¨ Mariano Moreno junto a Lulo Arias, Pocholo Vivas, Delicia Chavez, Chichoni Romero, Malena Suarez y Chichí Olmos cuando la casa de estudios comenzaba su derrotero de grandeza gracias al empuje y afán de un puñado de visionarios.
Trajinaron con empeño las improvisadas aulas de un añoso edificio que antaño sobrevivía a duras penas donde hoy se levanta la Escuela Especial ¨Mundo Feliz¨. En los albores de la ciudad en ciernes supo cobijar a la Jefatura de Policia, de ahí su planta funcional con un aljibe en el medio y un sótano de lúgubres connotaciones porque ahí se encontraban los cepos que por aquellos años se utilizaban para amarrar a los presos y que luego ya en su rol educacional sirviera como aula de Actividades Prácticas.
Fueron a la sazón los primeros maestros graduados en esta ciudad. Algunos de ellos, por esas cosas de los ciclos naturales, son una hermosa página en el libro de la vida de nuestra comunidad.
Entre ellos se hacía notar este hombre nacido de cuna humilde, si digo muy no le estaría errando fiero, pero que supo sobrellevar estas circunstancias gracias a un temple y ganas de ser alguien en la vida.
Connubiado con Blanca, que había venido a estudiar de una localidad del interior con nombres de reminiscencias quichuas, si no me equivoco, la vida le dió tres hermosos hijos y alguno que otro nieto que endulzan sus horas en los dias en que el sol se va poniendo en el ocaso.
Más allá de lo que digan sus datos bigráficos rescato el valor de su bonhomía y de su carisma, reitero, siempre afable y abierto a la charla distendida y amena. En el mundo de las letras es relevante su labor poética, con libros publicados y de permanente creación, más allá de lo que diga un amigo común que con picardía sin maldad, me pregunta: ¨De donde ha salido poeta Cordero si ió le sabia hacer copiar los deberes?¨.
Con ese mismo razonamiento cuasi primario:¿ De donde sacó Pichón tantas chacareras y tantas letras hermosas que andan en boca de los cantores y del pueblo?
Es un don que Dios le dá a algunas personas pero que estas cultivan abrevando cotidianamente en horas y horas de lecturas sanas y constructivas, de profundos razonamientos o simplemente de un momento de inspiración en el que las palabras o las notas musicales brotas ¨como agua de manantial¨. No hay una explicación lógica.
Más allá de estas elucubraciones saludo al amigo en este dia y le deseo de todo corazón mucha alegría y felicidad, saludo que hago extensivo a su querida familia, SALUD, CORDERO, HERMANO
JUNTANDO SUEÑOS
José Sinesio Gomez ¨Cordero¨ ( De su libro Canto a Quimilí)
Quiero juntar mis sueños peregrinos
después de la vigilia entretenida;
quiero encontrar el eco del silencio
que camina por la estepa de la vida.
Quiero juntar los sueños vagabundos
después de la hora infinita del cansancio;
quiero amontonar los sueños
en algún rincón de la alcoba,
allí estarán mis manos duras
esperando la tibieza de tu piel.
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