miércoles, 3 de octubre de 2012

Nació seismesina

VICTORIA GUADALUPE ASTRADA CUMPLIO SU  
PRIMER AÑITO DE VIDA

Saludable y rozagante. Su presente no da idea de su azaroza llegada al mundo con un poco más de un kilo de peso.

Cuando nació, a los seis meses de gestación, Victoria Guadalupe Astrada medía un poco más de una cuarta y apenas movió la aguja de la balanza donde acusó un poco más de un kilo, muy poco para ingresar a este alocado mundo donde se necesita mucho más para afrontar con expectativas los avatares de la vida.
Pero pudo más el tesón de su mamá Clelia y los rezos de su abuelo Dario que en los viajes, en el camión, le pedía a Dios por su nieta. Ha cumplido este pasado martes 2 de octubre su primer añito de vida. Y en la mañana de esa jornada, sin ningún preparativo previo, se organizó el festejo.
Apenas pasado el mediodía ya estuvieron instalados alrededor de las mesas la bisabuela Chita, el padrino Pocho Rocha, los tios Sergio (que aportó riquísimas pizzas de su factura), Erika, desde algún lugar por razones de trabajo Willy, los primos Javier, Matías, Nahomï, Jazmin, Leo, Dulce Maria, Pichón, Leandro, Julián, el perro Apolo que tenía un hambre y desde el cielo la sonrisa exultante y bonachona del bisabuelo Raúl Astrada, hincha de River para más datos.
A la hora de largado desfilaron por el tendido ríquisimas empanadas árabes (esas que no tienen techo), pollo, chorizos, ensalada y las pizzas aludidas. Todo estas delicatessen regadas convenientemente con variopintos líquidos que levantaron el ánimo de los celebrantes hasta límites insospechados.
Pasado el entusiasmo manducatorio apareció una hermosa guitarra, en las manos del anfitrión un cancionero y las chacareras poblaron la tarde barrial sobresaltando a propios y extraños que disfrutaron gratuitamente de un show imperdible.









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