viernes, 1 de mayo de 2015

UNA MARAVILLA



ASADO, CABRITOS, LECHONES, POLLOS, LOCRO,  ETC, UN
DERROCHE DE SABOR EN EL BO ALOMO
Lo ofrece en este viernes primero de mayo, Dia del Trabajador, la carnicería LA VACA NO ES MIA, de Miguicho Landriel, en el sector oeste de la ciudad.
La mañana otoñal, tirando a estival, a pleno sol y con un cielo diáfano predispone al esparcimiento en esta jornada del 1ro de mayo, habitual motivo de regocijo en todo el orbe por la celebración del Dia del Trabajador.
Quimilí no es la excepción y por doquier se advierten movimientos de tropa que se disponen a hacer honor a los fastos con la elaboración y consumo de distintas pitanzas y municiones de boca dignas del célebre Pantagruel, aquel que el bardo inmortalizara como sinónimo de ingestión de una variopinta oferta de exquisiteces culinarias.
En el sector oeste de la ciudad, a la vera dela cancha del Club Malvinas, se levanta una locación comercial conocida como La Vaca No Es Mia, propiedad de Miguicho Landriel, aborigen de la zona de Pozo del Toba, conocida como Lote 28 o 29, no me acuerdo exactamente.
La inexactitud no es óbice para que el cronista no se acerque por esos lados para pispear lo que abundantemente se ha propalado en estos días por un popular medio de comunicación: la elaboración por expertos, de asado de ternero a la estaca como así también cabritos y lechones, pollos a la parrilla y a la sombre de un árbol un locro que a la hora de la visita burbujea suavemente mientras el encargado lo mece con amorosa solicitud.
Este panorama de bucólica actividad se complementa calle de por medio con un campeonato de fútbol que se disputa en la vecina cancha de Malvinas donde tranquilos espectadores asisten pasivos a un entrevero de jugadores de distinta laya, algunos de los cuales muestran una alarmante falta de estado físico, llámese extrema flacura y otros en las antípodas, con kilos de más que de ser visto por algún profesional médico los inhabiliataría ipso facto.
Más allá del panorama deportivo coyuntural lo que hace a la cuestión es lo que sucede al frente, donde algunos impacientes ya revolotean mientras el fuego  rodea los hierros cargados con apetecibles delicattessen las cuales van adquiriendo un alarmante, para los jugos gástricos mañaneros,  color dorado indicador de que la cocción va llegando a su punto máximo.
De esta manera el leid motiv de la jornada irá tomando color y el jolgorio que se avecina vestirá de fiesta los hogares que en menor o mayor medida tendrán su festejo, tan caro a los sentimientos de propios y extraños como el de tantas otras celebraciones tradicionales de esta comunidad. Buen provecho.






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