DE PASO POR QUIMILI NOS VISITO
MONSEÑOR ANTONIO BASSEOTTO
Lo hizo acompañado de ¨Toti¨
Concetti, uno de los principales referentes del Movimiento de los
Cursillos de Cristiandad de la Ciudad de Añatuya.
La tarde del miércoles, crispada por
un luctuoso accidente que le costó la vida a un jóven vecino de la
zona norte de la ciudad, tuvo su lado positivo en la visita fugaz que
realizó a esta comunidad el recordado y querido Monseñor Antonio
Baseotto, ex Obispo de la Diócesis de Añatuya y ex Obispo
Castrense, de controvertido paso por ese función.
Por especial encargo de las máximas
autoridades eclesiásticas el prelado dedica sus esfuerzos a visitar
los monasterios que se levantan en distintos puntos del pais, entre
ellos el del que fué asiento de su misión de pastor durante varios
años.
Antes de ser ascendido a esa función
fué ferviente animador y director espiritual de los Cursillos de
Cristiandad que se realizaron en la denominada Capital de la
Tradición. Esta ciudad, tierra casi yerma hasta la llegada dell
inolvidable Monseñor Gottau, fué el ámbito en el cual florecieron
estos encuentros que captaron la presencia de entusiastas llegados
desde distintos lugares de la Diócesis, entre ellos Quimili. (N. de
la R.: el que escribe asistió a uno y al año siguiente fué
invitado como colaborador.)
En la oportunidad Monseñor Basseotto,
acompañado de ¨Toti¨ Concetti, honró con su presencia el hogar de
quién escribe y estuvo conversando sobre la posibildad de concretar
un encuentro de convivencia con ex cursillistas de esta ciudad y
quienes quieran ser partícipes, a realizarse en la Casa de Oración
de la Parroquia San Pedro y San Pablo, muy posiblemente antes de fin
de año, esto con vistas a un futuro Cursillo que se realizaría en
esta ciudad en el lugar mencionado.
Para concretar este evento de real
importancia en el contexto espiritual de la comunidad se invitaría
a personas de esta ciudad como así también a otras de localidades
vecinas, a saber, Weisburd, El Colorado, Vilelas, etc.
Entre nos, fué una verdadera sorpresa
la visita de Monseñor Antonio, con quién compartimos muchos
momentos durante su tarea como nuestro Pastor y siempre encontramos
en él a una persona jovial y de particular bonhomía.
De allí que el abrazón que nos dimos
fué un verdadero gesto de amistad, satisfacción que nos dejó el
sabor incomparable de un ser humano maravilloso que sufrió el
escarnio de quienes malinterpretaron tendenciosamente aquella carta
que dirigió al ex Ministro de Salud de la Nación
Gonzalez Ginés cuando citando un
pasaje de la Biblia y en referencia a la aprobación del aborto que
preconizaba el funcionario escribió que ¨aquellos que atenten
contra la vida de los niños merecen ser arrojados al mar con una
piedra atada al cuello¨.
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