martes, 1 de julio de 2014

FIESTA PATRONAL DE LA PARROQUIA SAN PEDRO Y SAN PABLO

Una fiesta vivida a pleno

LA FIESTA PATRONAL EN HONOR A SAN PEDRO
Y SAN PABLO TUVO RIBETES EXCEPCIONALES


La comunidad católica participó activamente acompañando a la procesión que transitó las calles hasta la iglesia en un clima de profundo recogimiento y devoción.

El pasado domingo 29 la comunidad católica quimilense, especialmente la del sector este de la ciudad, se convocó en el predio de los Bomberos para ser partícipes de un acontecimiento de profunda significación como es el tradicional festejo de la fiesta patronal en honor a San Pedro y San Pablo.
Antes Monseñor Uriona, Obispo de la Diócesis de Añatuya bendijo las instalaciones y equipamiento de los anfitriones quienes con una marcial presentación le pusieron el marco adecuado a este paso tan deseado por quienes constituyen un cuerpo de servidores públicos en contínuo crecimiento.
Luego encolumnados detras de las imágenes portadas en andas los feligreses marcharon por Avenida San Martin hasta Saavedra luego por Duncan Wagner, con dos paradas en estas arterias, hasta finalizar en la iglesia parroquial la cual se abarrotó hasta más no poder quedando muchos de los caminantesen las adyacencias del templo.
La misa concelebrada por Monseñor Uriona, el dueño de casa padre Eugenio y el concurso de sus pares Guillermo, Alberto y Duilio, tuvo el acompañamiento en las canciones del grupo Las Voces del Centro, miembros del Centro de Jubilados y Pensionados de esta ciudad.
La participación de los niños que se preparan para la confirmación acompañados de sus padres o padrinos le puso un toque de emoción a la ceremonia tanto a la hora de las ofrendas como al momento de recibir sendaas cruces de manos del Obispo y un sacerdote.
Luego de la tocante ceremonia los principales referentes d e los grupos de trabajo de la parroquia y quienes cumplimentaron los requisitos para la asistencia animaron una riquísima cena en las instalaciones de Caritas.
Así transcurrió amablemente esta celebración tradicional de una comunidad religiosa que se expresa año tras año con creciente convicción en sus principios religiosos y que busca fomentar los lazos de amistad y cooperación entre hermanos en la amistad y en el amor a Jesus.











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