Salió de su casa por una diligencia el pasado lunes 25 del cte y retornó a su hogar en horas de la mañana del martes ante la desesperada búsqueda de sus familiares a quienes les contó que había sido retenida por la fuerza en una casa presuntamente ubicada sobre calle Avellaneda.
Un vecino del Bo Iñiguez, conglomerado habitacional ubicado en la zona norte de la ciudad, denunció ante las autoridades del Complejo de Seguridad Quimilí que una hija de 17 años, discapacitada mensual, habría sido abusada sexualmente por un individuo que la habría retenido en una vivienda durante más de 12 horas.
Martin Salto es un sexagenario jubilado de la actividad forestal que desarrollara en la zona de Pampa Muyoj, unos 60 kms al noroeste de Quimilí, donde formara su familia y viviera mucho años hasta que por distintas circunstancias decidió emigrar a esta ciudad donde habita una humilde vivienda de tipo rancho.
Entre su descendencia figura una hija de 17 años que refiere llevó una vida normal, concurrió a la escuela y aprendio a leer y escribir como cualquier mortal de su edad. A los 12 años la niña habría sufrido un ataque de epilepsia que la dejó discapacita mentalmente y desde entonces sus actividades son limitadas, para ejemplificar le dice al cronista: ¨Vos le dices una cosa y al ratito ya no se acuerda¨.
Desde entonces, cuenta Salto, sus ataques son recurrentes tal la tipologia del mal que la aqueja y que le impide hacer una vida normal.
El pasado lunes 25 del cte, en horas de la tarde, la jóven habríase dirigido a una bicicletería con las intenciones de que le efectuaran una reparación al rodado y al caer la noche sin que se produjera su regreso sus familiares salieron en su búsqueda, la que resultó infructuosa con el correr de las horas.
Aproximadamente a las 9,30 de la mañana siguiente la jóven se acercó tímidamente a su casa y al ser recibida por sus familiares contó que una persona de sexo masculino la interceptó cuando volvía al hogar y la hizo ingresar en una casa que estaría ubicada según sus referencias sobre la calle Avellaneda.
Allí la jóven habría sido sometida por el individuo lo que todavía no se ha podido comprobar científicamente por la carencia de un médico policial circunstancia que ameritaría su traslado en las próximas horas a la Ciudad Capital para que sea revisada por un médico forense por mandato del Juez que entiende en la causa.
Con un amargo rictus casi de resignación ¨Martincito¨, como lo mencionan sus íntimos por su pequeña estatura y por afecto, cuenta que ya es la segunda vez que su hija atraviesa por la misma circunstancia. El año pasado un vecino del barrio también se habría aprovechado de la minusvalía mental de la jóven aunque la denuncia quedó en la nada por razones que escapan a su conocimiento.
En su más íntima convicción espera que esta vez no ocurra lo mismo.
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