Pudo ser una tragedia
Un insólito accidente le provocó lesiones a una mujer mayor, vecina del Bo Juan XXIII que caminaba a la vera de la ruta Nro 6, cuando un pesado transporte automotor la rozó y la arrojó a la banquina, a tres kms de la ciudad de Quimilí, en el noreste de la provincia.
Damnificada por el incidente fué Rosa Romano Vda de Zabala quién en forma metódica camina aproximadamente unos diez kms por dia por una razón muy especial: todos los años peregrina a la fiesta de la Vírgen del Valle recorriendo a pie desde Santiago Capital los kms que separan esta ciudad del santuario de la Vírgen Morena.
En la tarde del pasado lunes 22 del cte Zabala había caminado hasta la altura del matadero municipal ubicado a unos 5 kms de Quimilí y allí emprendió el regreso.
La mujer, según los datos recogidos por este medio, acostumbra a hacerlo por el carril contrario al de los vehículos que circulan a sus espaldas de manera que tiene de frente a los que vienen en sentido contrario.
En la oportunidad seguía a pie juntillas sus hábitos pero en determinado momento escuchó el sonido de un camión a sus espaldas y solo se corrió unos pocos centímetros de la cinta asfáltica.
El transporte, por motivos que se ignoran, en lugar de hacerlo por su mano habría invadido la mano contraria y en esas circunstancias rozó a Zabala quién instintivamente alzó su brazo derecho en cuyo codo se comprobó posteriormente tenía una leve herida.
Ya sea por el roce o por el aire que desplaza el transporte la mujer cayó a la banquina golpeándose la cabeza lo que le provocó una momentánea pérdida del conocimiento.
Cuando volvió en sí pidió auxilio al conductor de una camioneta que circulaba en dirección a Quimilí quién la trasladó hasta el Hospital Zonal Dr Bernardo Houssay desde donde fué trasladada por sus familiares a una clínica privada local.
Examinada por un profesional de ese centro de salud se creyó prudente y conveniente derivarla a un centro de mayor complejidad donde se le realizaron los estudios correpondientes.
Noticias recibidas por familiares indican que se recupera en forma satisfactoria y se espera su pronto regreso.
Es común ver en distintos horarios, a jóvenes de ambos sexos, especialmente empulpadas féminas,
hacer usufructo de las banquinas de la ruta que conduce al norte en el afán de quemar esas molestas adiposidades que en épocas de la canícula resultan más que impresentables en mínimos o máximo trajes de baño. No tenemos muchos lugares para exhibir las figuras salvo una que otra pileta familiar pero la estética es la que manda y en aras de esos afanes las caminatas están al órden del dia.
Por suerte hasta ahora el incidente que hoy nos ocupa es el único que este cronista recuerde suscitado por esta práctica tan pero tan recomendable. Algunos que portan generosos kilos hacen caso omiso de las recomendaciones profesionales y van pateando la pelota para adelante. Hay otros que empiezan a caminar y después paulatinamente van abandonando el ejercicio. O sea que hay de todo en la viña del Señor.
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