La vecina del Bo La Victoria y el niño solo sufrieron heridas leves en el incidente de tránsito acaecido en la mañana del pasado miércoles 17 en plena Avenida Rivadavia.
En la mañana del pasado miércoles una vecina del Bo La Victoria que circulaba a bordo de una motocicleta con un nene de 6 años arriba del tanque protagonizó un incidente de tránsito en plena Avenida Rivadavia que solo por la Divina Providencia tuvo como consecuencia heridas leves para ambos damnificados.
Este medio llegó al lugar a los pocos minutos y pudo apreciar la presencia de una motocicleta Yamaha de 150 cc de color azul tumbada sobre el cordón derecho y desague aledaño de la Avenida Rivadavia en sentido al sur.
A pocos metros se encontraba un automóvil Renault 12 de color azul y a su conductor de apellido Jimenez, con domicilio en el Bo Juan XXIII, oriundo de la zona de Roversi, dando algunas explicaciones sobre el episodio que le tocó vivir.
Reconstruyendo el incidente en base a testimonios de personas que alcanzaron a presenciarlo el auto circulaba de norte a sur por la parte central de la calzada con intenciones de estacionar sobre la mano correspondiente al sector.
En el mismo sentido lo hacía Jimena Blanco, vecina del Bo La Víctoria en las circunstancias mencionadas, al parecer la conductora se abrió sobre la derecha con intenciones de superar la línea de marcha del rodado mayor impactando en su derrotero la parte lateral de este.
La colisión produjo la caída de la moto, conductora y nene sobre el sector mencionado siendo auxiliados por transeúntes y luego por personal policial y del Hospital Zonal donde se comprobó que solo presentaban escoriaciones de pronta curación.
COMENTARIO
El paquidérmico crecimiento del parque motociclístico en sus más variados modelos en el ámbito de esta ciudad nos depara cotidianamente episodios en el que que solo por milagro no terminan con consecuencias más funestas. Hasta cinco en un solo vehículo es cosa de todos los dias pero una mujer manejando una moto de alta cilindrada y con un nene en la parte superior delantera ya escapa a todas las predicciones. Salir a la calle en esas condiciones es como jugar a la ruleta rusa. Lo sabe la protagonista, lo saben los encargados de controlar el tránsito, lo sabemos todos. Pero tengan la plena seguridad de que no vamos a escarmentar, nunca. Camino del cementerio menos. Andando a velocidad moderada hay tiempo para saludar, a gran velocidad ni para despedirse.
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