En la madrugada de hoy
Un vecino del Bo Alomo que había protagonizado un incidente insólito
cuando circulaba en una motocicleta dejó de existir en la madrugada de
ayer a consecuencias de las heridas sufridas en la parte cerebral al
caer pesadamente en la banquina de la ruta que une Quimilí con
Añatuya.
Protagonista de este trágico incidente resultó Pascual Gimenez, mayor
de edad, quién de acuerdo a los datos recogidos en la oportunidad se
dirigía en horas de la tarde del 15 del cte mes a bordo de un
motovehículo en dirección de norte a sur.
Habría transcurridos aproximadamente 5 kms de su periplo cuando por
causas que se ignoran descendió a la banquina con tan mala fortuna que
a la vera de la cinta asfáltica se encontraba un perro muerto de
regulares dimensiones.
La velocidad, el impacto contra el cuerpo inerte y la sorpresa habrían
confabulado contra la estabilidad del rodado determinando un derrape
en la superficie de ripio que dió por tierra con el conductor.
La magnitud del golpe y su consecuencia en el físico de Gimenez quedó
patentizado dramáticamente por una gran mancha de sangre que quedó en
el lugar donde cayó con perdida de conocimiento incluida.
Alertados por via telefónica los efectivos de la Comisaría 29 se
hicieron presente junto a sus pares del Hospital Zonal Dr Bernardo
Houssay quienes levantaron el cuerpo exánime de Gimenez y lo
trasladaron hasta ese centro de salud.
El gravísismo cuadro determinó su inmediato trslado al Hospital
Regional donde a pesar de los auxilios médicos dejó de existir en la
madrugada de ayer.
Por increíble paradoja no han pasado 48 horas desde que un desenlace
similar se produjo en una vecina de esta ciudad, también víctima de un
accidente donde las motocicletas fueron protagonistas preponderantes y
más que nada la desaprensión y hasta cierta impunidad para quienes
transitan las calles con desprecio de su vida y la de los demás.
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