Divertido festejo
Sin presencia oficial la entidad tuvo en alumnos, padres y benefactores la convocatoria esperada generando más allá del esquema protocolar un animado jolgorio en el que el personal docente fué protagonista destacado en la tarde noche del jueves 26 del cte mes.
La Escuela Especial Mundo Feliz cumplió este jueves 26 de agosto sus primeros 20 años de vida y lo celebró con un acto en el que primó la alegria y la emoción más allá de que brillaran por su ausencia representantes oficiales y más aún, delegaciones de otras entidades de la comunidad educativa quimilense.
Una poblada concurrencia se ubicó a a la vera del tinglado que cobija el patio de la escuela, la nota gráfica es concluyente, los abanderados al frente y más allá sobre un pequeño escenario el telón de tela negra con la leyenda que destacaba el acontecimiento que se vivía.
Los pasos protocolares fueron cumplidos con el celo habitual en este tipo de celebraciones y con ser breves las palabras alusivas de la Directora Sandra Albornoz fueron más que suficientes para explicitar la importancia del momento histórico de trabajo y expansión por el que atraviesa en su noble tarea el centro educativo bajo su responsabilidad.
Finalizado el acto los números artisticos se sucedieron hasta conformar un espectáculo en el que tuvieron parte activa los educadores, mejor dicho las educadoras, puesto que las que desempeñan esa gran labor son en exclusiva representantes del hasta no hace mucho tiempo denominado sexo débil.
Momentos de emoción se vivieron a medida que transcurría el acto porque habían sido preparadas 20 tortas iguales, una por cada año de vida de la escuela, y en su debido tiempo se iba invitando a bienhechores, padres, alumnos y otros referentes a soplar la velita correspondiente, siendo la primera en hacerlo la Sra Sara de Gómez, vecina del Bo San Martin.
Mucha agua ha corrido por la regueras de la represa de la bomba desde aquel nacimiento tímido pero pujante a medida que pasaba el tiempo de este, por aquel entonces, primigenio centro educativo en el que tenían cabida los chicos con discapacidades físicas y/o intelectuales. En el inicio se aposentaron en un local ubicado sobre la calle 25 de Mayo, donde supo funcionar durante muchos años la Fraternidad.
Cuando los legítimos dueños les pidieron el edificio se trasladaron a una casa ubicada sobre la misma calle, una cuadra más al norte, antiguo solar en el que viviera durante muchos años la familia Racich. Insoslayables dificultades de la planta funcional del establecimiento fueron erosionando lentamente el ámbito más no el inclaudicable espíritu de trabajo de los docentes hasta que andando el tiempo se vió concretado el gran sueño de contar con edificio propio.
Este se hizo realidad en el predio que antiguamente ocupara el ex Colegio Mariano Moreno, a la vera de la Avenida San Martin, en el sector este de la ciudad. Una matrícula numerosa, un cuerpo docente digno del mayor encomio, un cuerpo directriz responsable y la colaboración irrestricta de muchas personas hacen que este vigésimo aniversario los encuentre con la moral cada vez más alta, con el corazón palpitante y generoso en sus propósitos loables de llevar luz a mentes oscurecidas por el infortunio genético. Un aplauso bien grande para ellos y el reconocimiento unánime de toda la comunidad. Por muchos años más de vida, apio verde Escuela Especial Mundo Feliz.
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