Fué despedido con cariño por un grupo de jóvenes que se acercaron a decirle adiós en la Terminal de Omnibus.
El padre Jesús Negro Marco volvió a España, su tierra natal, luego de permanecer durante cinco años en esta comunidad. El sacerdote oriundo de Bello, en la provicia de Teruel, se ordenó el 21 de julio de 1972 y desde entonces ha cumplido con su tarea evangelizadoa en la India, en Rosario, Córdoba y los últimos tiempos en Quimili donde la comunidad escolapia a la que pertenece es la encargada de regir los destinos del Colegio de las Escuelas Pias.
Su gracejo español y su habitual muletilla ¨recen, recen, recen¨, se hicieron un clásico en sus prédicas y especialmente su austeridad en la vestimenta, las ojotas que las usa hasta en pleno invierno y su traslado cotidiano en bicicleta, salvo un período en que se lo vió renegar más de la cuenta a bordo de un desvencijado ciclomotor.
En el comienzo de la misa patronal, el pasado lunes 30 de agosto, el Obispo de la Diócesis de Añatuya, Monseñor Adolfo Uriona dió gracias a Dios por la fructífera labor desplegada en estos años de servicio.
Terminada la misa de marras una mujer de condición humilde se acercó hasta el altar y tomándole las manos le dejó su adios y su agradecimiento. Es el símbolo de un sentimiento unánime de una feligresía que lo vió siempre dispuesto a extender su mano y abrir su corazón sincero.
Feliz viaje, padre Jesús y gracias por todo.
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