Hace unos años, que quieren que les diga exactamente no sé cuantos ( las fechas no son mi fuerte), la corresponsalía de EL LIBERAL estaba a cargo del ex cura Angel y la información de la ciudad navegaba por aguas inciertas porque el hombre anadaba con sus temas específicos y el tiempo para dedicarle a la función no le sobraba. Entonces un amigo de mi sobrino Bambi que trabajaba en la Sección Interior del diario le comentó esta circunstancia. ¨Vos que sos de Quimilí no sabes de alguien a quién podamos darle la corresposalía?¨, inquirió el hombre con un dejo de preocupación. Mi sobrino, sin pensarlo mucho, le largó: ¨Porque no lo hablas a mi tio Kito, el era maestro, saca fotografías, le gusta mucho leer...¨, enumeró con alguna convicción más aferrada a la familiaridad que a la lógica.
PININOS
Con estos datos el hombre, telecentro mediante (esos tiempos los celulares eran una utopía), me hizo el convite. Al principio dudé porque nunca la redacción había sido mi fuerte, de hecho cartas no escribí solo cuando andaba de novio, allá en mi pubertad, casi. Pichón, mi hermano reforzó los argumentos del quia. ¨Metele, Toko. Aquí te vamos a ayudar, no te hagas problema¨, acicateó.
Bueno, que mierda, dije para mis adentros. No soy ningún caído del catre, me agrandé, y a los pocos dias cubrí mi primera noticia: un conductor que volcó con su auto a pocos kms de Quimilí, sobre la ruta 89. Nunca hizo falta (se agrandó Chacarita), de que metiera las manos ni Pichón ni nadie. Salvo algunos principios básicos que me inculcó, café por medio delante mi jefe de sección una vez que viajé a Santiago.
PININOS II
Por aquel entonces no se había instituído el cumpleaños de Quimilí con la fecha actual, el 5 de julio, y se festejaba junto con la fiesta patronal de Santa Rosa de Lima. A poco de hacerme cargo de la Corresponsalía se presentó esta circunstancia y para acompañar la fecha publiqué un suplemento en tamaño tabloid, como el de ahora, cuando las dimensiones eran de tipo sábana como se llama al tamaño de hoja grande que solía tener el diario. Y lo hice todo solo. Las notas y las fotografías, la diagramación, lógico, lo hicieron ellos. No quiero ser pedante pero las circunstancias lo ameritan: fué el primer suplemento de ese tipo que hizo EL LIBERAL para una ciudad del interior, ahora ya es algo común. Tomá tu shanti.
MEMORIA
Cierta vez se me ocurrió escribir unos chascarrillos con este formato, con todo respeto, con ciertas reminiscencias a la sección Ecos que solía publicar el diario hace muchos años. Pero desde otra óptica. Más tirando a lo humorístico, quizás, reflejando en solfa ciertos aconteceres de nuestro diario trajinar. A mi jefe le cayeron bien y las publicó con el nombre de Kitoarrobadetodounpoco.com que algún despistado creyó alguna vez que se trataba de una dirección de mail, nada que ver. Estas columnas se publicaron durante varios años hasta que nuevos aires soplaron en la redacción del diario, mas serio, mas circunspecto, diría y no me dieron más pelota con ese formato. Allá ellos. Yo creo que el humor siempre hace falta, bien entendido y con seriedad, valga la paradoja.
RAZONES
Traigoeste tema a colación porque ya embarcado de lleno, escribo después de comer, a esta especie de contacto cotidiano que nos brinda la red rescato esta columna para volcar en ella lo que quizás no llegue a la calidad de noticia pero si algo que podamos compartir con el amigo lector. Si alguien quiere hacer algún aporte la tecnología nos brinda la posibilidad de hacerlo y muy bienvenido que será. No le tengan asco metanlé sin miedo. Los estoy esperando. Un abrazo.
Kito Carabajal
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