sábado, 25 de septiembre de 2010

POSTALES QUIMILENSES

HACIENDO ¨HUMIAR¨ Y OTRAS YERBAS

La Parrilla de Puchero desparrama efluvios cotidianos a la vera de la ¨represa de la bomba¨, para deleite de ocasionales visitantes de nuestra ciudad que confluyen en la terminal de ómnibus y no pocos locales que caen rendidos a la casi irresistible tentación, muy humana por cierto, de llevar a las fauces un sabroso choripán. Aún perdura el recuerdo de antiguos transeúntes de ese espacio, ganado por la modernidad y el avance urbano, cuando la ¨represa de la bomba¨ estaba rodeada por una vegetación exhuberante y desaliñada, refugio de chiquilines que en horas de la siesta se acercaban a ese reservorio de agua en tren de travesuras. También recuerdan los memoriosos otras experiencias no menos excitantes que tenían como fugaces protagonistas a modosas amas de casas que desde el sector este venían ¨al centro¨en busca de las proveedurías y que alertaban con la debida antelación a sus ¨chevalier servents¨. Estos acechaban a sus enamoradas al amparo de la fronda y producido el encuentro furtivo daban rienda suelta a sus necesidades amorosas para luego proseguir el camino trazado sin que se alteraran los movimientos fria y vaya paradoja, caliginosamente calculados. ¨ Oh, l´amour, l´amour, l´amour¨.

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