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En la noche del sábado, con importante corte de luz que sumió en la oscuridad a toda la región, la coyuntura no fué inconveniente para la realización del festejo por los 50 juveniles años cumplidos por Nancy Florez.
En la noche del sábado, con importante corte de luz que sumió en la oscuridad a toda la región, la coyuntura no fué inconveniente para la realización del festejo por los 50 juveniles años cumplidos por Nancy Florez.
Una cohorte de amistades poblaron la larga mesa tendida a la vera de su casa del Bo Malvinas y disfrutaron de las exquisiteces preparadas por esta reputada ecónoma. Así los ¨sanguchitos¨de miga, empanadas deliciosas y un lechón al horno fueron deglutidas con entusiasmo y deleite por los comensales en un clima de buen humor y amable camaradería.
Una vez saciados los ímpetus manducatorios retornó el fluído eléctrico lo que determinó que la música ocupara el lugar preponderante y así llegó la hora de la pachanga que tuvo en Rodrigo a su principal exponente .
El niño sacó a bailar a todas las féminas presentes empezando por su abuela, la cumpleañera, que hizo alarde de una buena condición en el arte de mover las tabas.
Como corolario y pasada la medianoche otro cumpleaños se agregó a la cartelera familiar con el onomástico number 66 de Ramona Florez, llegada desde la ¨capi¨ y hermana de la anfitriona.
El soplo de poderosas bengalas, los felices cumples cantados en voz en cuello y el tradicional corte de las tortas fueron momentos de alegría general entre brindis y manifestaciones de cariño para las celebrantes.
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