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Sucedió el pasado jueves 14 en la Escuela Nro 1218 Padre Víctor
Conde López, del Bo Alomo
Una niña de 6 años, alumna de la Escuela 1218 del Bo Alomo debió ser trasladada a la Ciudad Capital e internada en un centro de salud donde permanece en terapia intermedia, por lesiones cerebrales causadas por un pelotazo en la cabeza recibido por parte de niños que jugaban en horas de recreo en esa entidad educativa.
Hasta este medio se acercó para contar de la desafortunada circunstancia la abuela de la menor, Sara Lemos, vecina de esa barriada ubicada en el sector oeste de la ciudad, quién refirió que su nieta Adriana Hoyos, alumna de primer grado, fué protagonista involuntaria del episodio que ha alterado en grado sumo la tranquilidad de la familia.
Nadie podía imaginar que el impacto casual del elemento de juego que alumnos de grados superiores utilizaban para su solaz en una galería de la escuela podía causar un daño tal.
Lo cierto es que luego de producido el pelotazo en la cabeza de la niña esta cayó al piso, se puso pálida, comenzó a llorar y a dar muestras inequívocas de que no era solo un susto pasajero. Ante este panorama la docente Liliana Paez llevó a la niña hasta su hogar donde vive junto a sus padres Claudia Quiroga y RobertoHoyos, este a la sazón en su trabajo, distante unos 20 kms de esta ciudad.
Ya en su casa la niña comenzó a empeorar, a sufrir convulsiones y lanzar espuma por la boca por lo que sus familiares llamaron urgente un remise con el que la trasladaron hasta el Hospital Zonal Dr Bernardo Houssay donde fué atendida por el médico de guardia, Dr Garcia.
La gravedad de la situación ameritó su inmediato traslado a un centro de mayor complejidad de la Ciudad Capital acompañada de dos enfermeras en un clima de total preocupación de tal manera que alertados por via telefónica profesionales del Hospital de Suncho Corral los esperaron para complementar la medicación.
En destino una tomografía computada realizada de urgencia permitió a los profesionales comprobar un hematoma cerebral y su internación en terapia donde permanece desde entonces a la espera de una evolución favorable.
Por supuesto, a la lógica preocupación que emana de esta circunstancia, se reitera, totalmente desafortunada, se agrega las implicancias económicas que presuponen para una familia humilde el solo hecho de tener sus integrantes que descuidar el trabajo, la casa, viajar y permanecer al cuidado de la nena en un medio totalmente desconocido.
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