-
ALMA Y SENTIR DE GALLEROS
La mañana del sábado, fresca y nublada, invita a todo tipo de expansiones en el afán de disfrutar de la proverbial holganza del fin de semana. Por los extramuros de la ciudad dos changuitos avanzan sin el más mínimo apuro con sendos gallos de riña y despiertan el interés del cronista que detiene su andar para inquirir sobre la actividad que a todas luces será el ¨leid motiv¨ de sus próximas horas. José Maria, de 11 años,vecino del Bo San Martin y Facundo José, de 13, del Bo Campos 1, provienen a todas luces de ancestros aficionados al tenebroso submundo de las púas y las piqueras.
El mayor dice que van a hacerlos practicar en un domicilio del Bo Fonavi 1 y ante la pregunta lógica del origen de su afición dice que su padre, ahora en Tintina, solía tener 14 gallos y que por ahora él solo tiene 4. Como un gesto reflejo ambos deslizan la mano libre sobre el plumaje de los animales que exhalan un sonido de tensa calma seguramente sabedores de que en unos minutos estarán dando rienda suelta a sus atávicas manifestaciones genéticas. Alumnos de la escuela primaria, transitando una fundamental etapa de formación ambos niños tienen la mira puesta en lo que para ellos es solo un pasatiempo y uno se queda con una sensación agridulce de pensar en cuantas otras actividades positivas podrían ocupar ese tiempo desperdiciado en una afición mezcla de sadismo y desaprensión.
- Van a hacer ¨peliar¨ los gallos, con perdón de la expresión
- Van a hacer ¨peliar¨ los gallos, con perdón de la expresión
No hay comentarios:
Publicar un comentario