Como es casi ya tradicional la festividad del gremio docente dió motivo para una divertida reunión que en la noche de la víspera se realizó en el Salón Manzino. Allí se dió cita la flor y nata del gremio que dia tras dia, en su labor cotidiana, desentrañan los misterios del pizarrón. Como es de prever un menú poblado de ¨delicattessen¨ hizo las delicias de los concurrentes que oblaron sin pestañear el costo de la tarjeta. A la hora de poner ¨pied a terre¨ en la pista de baile los divertidos parroquianos le sacaron virutas al piso y disfrutaron de un show en el que la música dijo presente en sus variadas disciplinas, bien movidas como se debe y también tuvo su espacio la parte romántica como para que los más, no quiero ofender, ¨veteranos¨, recordaran los buenos viejos tiempos.
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