¨...ESTA JUGANDO AL TRABAJO....
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La vida cotidiana nos ofrece sorpresas, muchas de ellas agradables y otras, pocas, no tanto. Pero en la sumatoria pareciera que son más las primeras. La cuestión es ponerle el oído y saber, sin ser petulante, rescatar las pequeñas grandes cosas de la jornada que Dios nos regala y que, a veces, no sabemos apreciar ni agradecer. Pero eso es harina de otro costal, como se decía antes (a fuer de sincero no tengo idea de cuanto es un costal). Pero la cuestión pasa por otro lado y a él voy.
A poco del mediodía, papá ¨El Chino¨ Diaz llegó hasta Doña Nancy a descargar carbón de su manufactura y he ahí que para tal menester contaba con la ayuda inestimable de su pequeño hijo, que como no podía ser de otra manera, le pusieron el mote de ¨el Chinito¨. Hermoso él en su continente, puso manos a la obra y cargó en su inocente contextura, cual avezado ¨changarín¨de los pocos que van quedando por razones obvias, las bolsas de carbón que sacrificadas al festín de los sentidos harán las delicias, cual bacanales, en los pecaminosos placeres de la carne.
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